Aprender a medir el pH en un laboratorio es una habilidad importante para los jóvenes científicos. Podemos saber si algo es ácido o básico por el pH. La escala de pH va de 0 a 14, con 7 siendo neutral. Cualquier sustancia con un pH menor a 7 es ácida. Si su pH supera 7, es básica. Por ejemplo, en los laboratorios, usamos metros de pH para verificar el pH de diversos líquidos. Estas herramientas nos ayudan a realizar correctamente los experimentos; menos error humano.
Así que, para obtener buenos resultados, debemos mantener nuestro electrodo de pH. Esto significa que necesitamos calibrarlo, una forma de asegurarnos de que sus lecturas son precisas. Esto se realiza típicamente con soluciones estándar conocidas por tener valores específicos de pH. Lavar consistentemente el electrodo del medidor de pH con agua destilada y almacenarlo correctamente después de usarlo también ayudará a que funcione bien. Seguir estos procedimientos aumentará la vida útil de tu electrodo de pH y proporcionará mediciones precisas.
A veces, podríamos enfrentar problemas con el medidor de pH en el laboratorio. Uno de los problemas comunes que se encuentran en un medidor de pH es una respuesta lenta. Esto puede ocurrir cuando el electrodo está sucio o la batería está descargada. Y esto se puede corregir limpiando el electrodo y cambiando la batería. Cuando las lecturas cambian gradualmente con el tiempo, tenemos otro problema llamado deriva. Para corregir la deriva, puede ser necesario recalibrar el medidor de pH o reemplazar el electrodo. Podemos evitar cometer errores en nuestros experimentos aprendiendo a resolver estos problemas.
La precisión exacta al medir el pH es crítica. Por eso confiamos en nuestros resultados: tomamos mediciones precisas. La precisión es una medida de qué tan consistentes son nuestras mediciones. Menor diferencia proporciona mayor precisión. Para ser precisos y exactos, debemos calibrar frecuentemente nuestro medidor de pH para obtener las técnicas correctas. Así que, prestar atención a algunos de estos detalles nos dará confianza en la información que adquirimos a través de la experiencia.
Las mejores prácticas a seguir para almacenar y manejar medidores de pH en el laboratorio. Almacene su medidor de pH en un lugar fresco y seco, protegido del calor (estufa o calefactor) y la luz solar directa. Evite almacenarlo cerca de químicos que puedan dañar el electrodo. Dado que el medidor de pH tiene un electrodo, cuidarlo es uno de los factores a considerar, por lo que el electrodo no debe caerse ni doblarse en la parte de vidrio. Estas reglas simples al final nos ayudarán a prolongar la vida de nuestro medidor de pH y preservar la precisión de sus lecturas en experimentos posteriores.