Viscometros miden cuánto resiste un líquido fluir, automáticamente. Esta resistencia se conoce como viscosidad. La máquina tiene una pieza rotativa llamada husillo que se sumerge en el líquido. A medida que el husillo gira, la máquina verifica qué tan rápido gira el husillo y cuánta fuerza es necesaria para forzar el husillo a través del líquido.
La viscosidad importa porque influye en cómo fluyen los líquidos. Por ejemplo, la miel es espesa y no fluye rápidamente, mientras que el agua es delgada y tiene una aLTO CAUDAL .” Los físicos pueden descubrir cosas interesantes sobre cómo se mueven diferentes líquidos y cómo interactúan con otras cosas al estudiar su viscosidad.
Antes de los viscosímetros automatizados, los científicos necesitaban determinar la viscosidad manualmente, como por ejemplo utilizando un cronómetro para calcular cuánto tiempo tardaba un líquido en fluir a través de una tubería. Este era un proceso tedioso y a menudo impreciso. Esto ha cambiado con los viscosímetros automáticos que ofrecen mediciones rápidas y precisas. Permiten a los científicos estudiar mejor los líquidos y desarrollar nuevos productos, como pinturas, cosméticos y productos alimenticios.
Al seleccionar un viscosímetro automático para tu laboratorio, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. No todos los modelos tienen todas estas características, por lo que tu selección debe estar determinada por qué líquidos necesitas poder probar y qué tan precisos deben ser los resultados. También debes considerar el tamaño de la muestra, qué tan rápido necesitas los resultados y qué tanto quieres automatizar.
Con los avances en la tecnología, el camino para la prueba de viscosidad mediante viscometros automáticos parece estar lleno de promesa. Nuevos modelos con resultados aún más rápidos y precisos están en desarrollo por parte de los científicos. Esperan hacer estas máquinas más pequeñas y portátiles para que puedan ser utilizadas en una variedad de ubicaciones.